viernes, 24 de septiembre de 2010

Pintalabios gastado.


Mi corazón ardía con ansias, esperando volver a oír sus palabras, esperand0 que cuando llegase, me hechizara con un beso en los labios, y quizás nada más. De muy lejos,vi su silueta acercárseme despacio y, como sabréis, mi pulso se disparó,hasta casi matar a la multitud que me rodeaba. Me regaló su mejor sonrisa, o eso creí ver; pero cuando se acercó un poco más, vi a otra chica agarrando su mano y muy guapa y sonriente. Me quedé de piedra, pero poco después se me acercó ilimitadamente hasta fundir nuestras almas en una sola através de un beso, o de esa forma quise verlo yo. La chica que laacompañaba, no pareció casi inmutarse por lo que acababa de ver, pero, aún así, me parecía demasiado desconcertante aquella escena.

Soltó a la otra chica y me llevó a dar un paseo, si a eso se le pudiere llamar así. Detrás de la verja,donde acabamos sentadas me llevó al paraíso con su lengua, me enseñó el firmamento entero con sus manos y descubrí que quería pasar el resto de mi vida con ella. Nadie nos vió, excepto mi pintalabios que acabó en el suelo.

Se fue de allí sin decirme nada. Poco después, cuando ya no supe donde más mirar para encontrarla, vi, tirado en el suelo, un pintalabios gastado y no me preguntéis por qué, pero supe que algo muy malo había pasado. Caminé de nuevo sin rumbo por aquel terreno oscurísimo por si la encontraba, pero no había más rastro que el pintalabios.

Al seguir andando, la encontré sentada, pero sin chica que la acompañara... Me senté a su lado y me dió un beso más. No pude sonreír, porque me susurró que la había matado...