sábado, 27 de febrero de 2010

Felicidad


Antes, pensaba que la felicidad y los sentimientos bonitos no eran más que esa cruel utopía a la que todos siempre aspiramos y nunca conseguimos alcanzar por completo.
Todo cambió la noche que le conocí. A partir de ahí, comprendí que la felicidad se sentía mucho más allá de la mente o del pecho, donde creemos sentirlo todo. La felicidad real puede palparse, puede olerse e incluso saborearse en el más íntimo de los besos.

Cuando completas hasta la última pieza de tu puzzle y sacias hasta tu sed más agonizante, no necesitas más; estás viviendo...Sonríes, como una forma más de expresar ese cosquilleo que va creciendo en tu interior sin que apenas te des cuenta; también, sin quererlo, aumenta el brillo en tus ojos, aquel que fuiste perdiendo conforme crecía tu soledad y tristeza interna. Ahora vuelven las ganas de derrochar cada segundo, de que no pase el tiempo y que jamás se te vuelva a borrar la nueva sonrisa que te regalaron...



Gracias, una vez más, por devolverme aquella vida que perdí y transformarla en una nueva, mucho más hermosa, mucho más bella...


Faltan tan sólo 24 horas, aproximadamente...

viernes, 26 de febrero de 2010

Time...


Se despierta y es temprano, aún no se quiere levantar; lleva varias horas pensando y ya casi no sabe qué pensar...
Abraza tan fuerte como puede ese corazón que su amor le regaló, lleva toda la noche haciéndolo, imaginando que es su cuerpo lo que abraza, soñando casi despierta que le tiene cerca y que no le piensa soltar más. No soporta más su ausencia, su corazón siente un terrible vacío desde que sus labios se separaron por última vez. Hasta en sus sueños le echa de menos aun viéndolo a su lado...casi puede sentir sus caricias, que se desvanecen, conforme va abriéndo sus ojos...


Jamás mis sábanas parecieron tan frías ni mi cama tan grande y vacía. Jamás imaginé necesitar algo tanto como ahora mismo a ti te necesito; jamás me dolió tanto el tiempo y mucho menos la distancia que separa dos almas... Dos almas unidas por un único sentimiento.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Tan lejos...

Conocerte ha sido el mayor regalo que la vida pudo darme.

Se me hace un pequeño nudo en el pecho, cuando me toco los labios y recuerdo que hace unas horas los besastes, casi se me corta la voz si recuerdo el último roce de nuestras manos queriéndo no soltarse nunca y se me eriza la piel si acaricio mis manos, buscando las tuyas cerca o si me paso un sólo dedo por el cuello, echando ya de menos esos besos tan mágicos. Es como si me faltase la respiración cada vez que te recuerdo, cada vez que invento tu imagen en mi cabeza, tan real... que al cerrar los ojos casi puedo tocarte, aquí a mi lado... y si los cierro más fuerte aún puedo oler tu perfume, sí, ese que siempre que lo usas te digo que me recuerda a nuestro primer mes; si aprieto aún más mis ojos siento tus brazos rodeando mi cuerpo y dándome todo el calor que ahora siento que me falta...Y ahora, despacio, los abro, con miedo de no verte, de no sentirte, de no poder oler esa esencia que tanto extraño...

Quedan 4 días para volver a comernos a besos~


No han pasado siquiera 6 horas y ya creo no soportar más tu ausencia. Te necesito a mi lado...

jueves, 11 de febrero de 2010

Dos palabras; esas dos que contienen toda la magia del mundo. Esas palabras que te salvan cuando crees que estás muriendo. Esas dos palabras son las que hacen que mi más cruda tristeza se desvanezca. Justo lo que necesitaba oír, justamente la salvación en la más cruel de las muertes. Mis ojos ya quebrados de dolor, ya esparcidas las lágrimas por toda mi almohada y ya seco el llanto con solamente oír o leer esas dos palabras. Mi salvación, que sólo se aposenta en un beso, o quizás en una caricia o la eternidad en la más bella de las frases; formada tan sólo por dos simples palabras: Te quiero.
Tan vacía y fría amanece mi cama... si no duermes en ella, junto a mí.

domingo, 7 de febrero de 2010

Libertad.


Quiero sentir mis pies descalzos en la arena mojada de cualquier playa, la brisa acariciando mi cara, el sol, que apunto está de desaparecer, regalándome sus últimos rayos...Notar la humedad entre los dedos de mis pies y, a veces, el agua fría salpicando hasta en mi falda.
Bailar, quiero bailar con el viento, que me acaricie bajo las ropas, notarlo en todo mi cuerpo... Quiero cerrar los ojos y olvidarme de todo, sólo pensar en cada segundo que estoy viviendo, quiero abandonar mi cuerpo por un momento. Quiero pintar mi nombre en la arena junto al suyo seguido de un corazón, y que el mar lo borre y se lo lleve hasta que nuestro amor dure...
Quiero pensar mil cosas que no signifiquen nada y evadirme de problemas, que el aire se los lleve todos, que también se lleve mis confusiones y mis días malos. Quiero tumbarme en la arena sin importar si se me llenará el pelo o no, sólo disfrutar de las nubes rosadas ayudando al sol a desaparecer entre mis pies...



Quiero ilusionarme con todo, vivir, vivir de nuevo...

lunes, 1 de febrero de 2010

Confesión.

Vivir atrapada.

Esa frase, tan metafórica a la vez que real. Lo confieso, he vivido demasiado atrapada bajo mi propia capa de piel, dentro de mis propios huesos. Me he tenido miedo, pánico y pavor de ni siquiera saber como iba a actuar al segundo siguiente. Yo soy mi propia asesina en la historia, a la vez que el único ángel que me salva si quiero. No dejé de comer para tener la talla 32 y menos aún empecé a vomitar para que los chicos y chicas me miraran más. No, simplemente, la comida era la excusa para solucionar mis problemas. Así de sencillo, si estaba triste, vomitaba; si estaba enfadada, dejaba de comer; si me abrumaba el mundo, cualquiera de los métodos estaba bien para sentirme agusto. Inlcuso tampoco llegaba jamás a sentirme bien del todo, al contrario, cada día me sentía peor y necesitaba aún más seguir enfermando...Era un círculo: hacía algo para sentirme bien y eso mismo me hacía sentir peor y volvía a intentar sentirme bien...
En eso consistía mi vida hasta hace más o menos 4 ó 5 meses... Hoy por hoy, confieso que no lo tengo superado. Aún hay días que pienso que mi cuerpo podría mejorar, veces en las que me miro al espejo y odio todo lo que se refleja en él, pero lucho. Lucho por mejorar muy poco a poco mi autoestima, lucho por que los que me rodean no se preocupen más de si me salto alguna comida o las vomito, lucho igual por sentirme mejor conmigo misma, por quererme, simplemente.