lunes, 21 de junio de 2010

Tan tuyo.


Mi cuerpo; aquel objeto de tenue deseo e impetuosa lujuria. Aquel vaso del que muchos desearían beber y del que sólo yo decido a quien calmarle la sed. Mi cuerpo es aquel naufragio manejado por nadie y hundido por su propio peso...Es aquel imperio que nunca supe controlar y que perdió por ello tantísimas batallas.
Mi cuerpo es lascivia pura cuando me miras, es deseo incontrolado cuando sonríes y es egoísmo por querer tenerte únicamente para mi.
Mi cuerpo es la profundidad más profunda y compleja, es un cúmulo oceánico de ondas y olas que te pierden si pretendes navegarlo; es la posesión de todas las posesiones, es una explosión atómica y peligrosa que araña y muerde si es preciso.
Mi cuerpo busca cualquier escusa para rozar al tuyo y rompe su muro y se quita la máscara para mostrarte su realeza con plena sinceridad. Mi cuerpo, aquel que fue tierra de nadie, aquel que protegí para que nadie ensuciase y aquel que se rindió a tus ojos cuando nada más te vi pasar...

Mi cuerpo, tan complejo como simple...
Tan real como fantástico
Tan siniestro y tan puro
Tan mío como tan tuyo...

jueves, 17 de junio de 2010

My grief...


Lamento que sea hoy la sinfonía de tristeza lo único que llene de pesadumbres mi cabeza.
Lamento despertar con un nudo en la garganta y sentirme francamente sola si te alejas un milímetro más.
Lamento no saber sonreír sino fingir una cutre mueca que se asemeje a una sonrisa repleta de tranquilidad.
Lamento sentir que no encajo en ningún lado, que hoy todo está predestinado a fallar.
Lamento escribir esta prosa porque me sea imposible contarla; lamento mis propios lamentos, lamento ser tan histriónicamente paranóica, a la vez que límite y a la vez que bipolar.
Lamento querer llorar sin poder a la vez que lamento querer gritar de placer.
Lamento que hoy por mis venas no corra sangre, sino desconfianzas y miedos en estado líquido, análogo de mi propio veneno.
Lamento no saber nunca explicar lo que me pasa y cuando lo sé, lamento no quererlo contar.
Lamento que tengas que leer mis cutres lamentos, mis putrefacientes llantos transformándose en anáforas...
Vuelvo a lamentarme sin poder hacerlo, me lamento de coser mis labios y tragarme toda mi pestilencia y agobiante amargura.
Lamento no saber hablar de mí cuando lo necesito...

lunes, 14 de junio de 2010

Summer time...


Ahora es tiempo de relajar la mente, de pensar en nada y meditarlo todo. Tiempo para descansar hasta que te canses de estar tumbada, para que el sol acaricie mi cara por la mañana y el frescor de la madrugada se vuelva gloria en mi piel.
Es tiempo de saturar todos los días con tu sonrisa y la mía. Tiempo para disfrutar un helado a pleno sol y luego tumbarme bajo cualquier sombra, de cualquier árbol, de cualquier parque...
Ya es hora de olvidarme de poner el despertador excepto para ir a la playa, es hora de derrochar horas y horas haciendo nada y malgastar todo el tiempo que se me regala.
Pienso volver a escaparme cuando sea de noche para meterme en secreto en tu cama y volver a casa antes de que el mundo despierte y así nadie habrá notado nada...
Es el tiempo, de nuevo, para volver a amarnos en las oscuras habitaciones escombradas y los patios de esos edificios abandonados, testigos de nuestros besos y de mi declaración temerosa a amarte.
Es tiempo de jugar con la arena como cuando teníamos 5 años, de revivir la juventud que se nos escapa entre los dedos, al igual que el agua, sin apenas dejar rastro de haber estado...

Quiero que este verano sea nuestro tiempo, una vez más.