miércoles, 23 de enero de 2013

Demasiado talento desperdiciado.


Se mueren las ganas, cada vez antes. No empieza el día y ya deseo que acabe. Es monotonía absurda en la que absolutamente nada se vuelve interesante, en la que cada segundo se hace más eterno que el anterior y el vacío crece; crece tanto que no deja espacio para pensar, se apodera de cada centímetro de mi cuerpo y no deja escapar ni un suspiro. Todo va perdiendo sentido cuando se vive demasiado rápido, demasiado lejos. Mientras el mundo sigue su tedioso ritmo, yo me conformo con verlo desde fuera; a cámara lenta dentro de mí, efímero fuera de mis ojos.
Dejando pasar la vida como si fuera a permanecer para siempre, contando cada minuto del día como si nunca acabase. Me pierdo entre mis propios sueños, entre sus palabras, entre los vicios que me sobran y los placeres que me faltan, me pierdo en cualquier cosa que me aleje de ésta mugrienta realidad...
Se hace larga cualquier espera, pero demasiado eterna cuando uno se espera a sí mismo.
Se pierde todo aquello que dejamos escapar...

1 comentario:

  1. Acabo de crear mi blog, trata sobre mi vida como adolescente espero que interese.

    http://miopinioncomoadolescente.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar