sábado, 15 de octubre de 2011

Catorce, quince...


Es como si flotara, como si mi alma abandonara mi cuerpo y me pudiera ver desde lejos, tumbada en la cama. Es como ver ochenta mil colores y no distinguir ni uno solo, o como dejar caer el cuerpo desnudo sobre la hierba y notar el frescor de la noche entre tus dedos y en mis piernas. Es como ver el reflejo del pecado marcado con sangre en la luna. Como cerrar los ojos y dejarte llevar por otras manos, como si tu mente se quedara en una parte y tu cuerpo en otra. Es como llevar un mes drogada y no sentir ya ni lo que tocas, no saber ya si lo que ves es real y no saborear más que el alcohol en otras bocas. Es como desaparecer, como reducirse al límite, como si no existiera. Como alejarse de todo durante un par de horas y que la mente sucumba, o como caer de un precipicio infinito y que el aire te vaya desgastando, poco a poco. Es como echar de menos lo que nunca se tendrá, como dejar todas las marcas en mi piel, como flotar boca abajo en el mar...
Es como si explotara el mundo entero dentro mía, como si no me quedaran ganas de otra cosa...

1 comentario: