viernes, 7 de octubre de 2011

Setecientos kilómetros.

Falta tu calor entre mis sábanas y faltan tus labios sobre mi piel cada madrugada, faltan tus ojos perdidos en los míos y faltan las caricias, los abrazos, los recuerdos de lo que aún no ha sucedido.
Me despierto con tu imagen en mi cabeza y me acuesto pensando en soñar contigo, para tenerte todo lo cerca que quiera, para regalarte todos los besos que no puedo darte, para abrazarte las veces que hasta yo misma me falte...
Quiero que sean tus manos las que se deslicen bajo mis ropas, las que me ericen la piel; quiero que sean sólo tus manos las que me hagan sentir de nuevo, que me revivan por dentro, que me den todo el calor que me falta, todo el cariño y las caricias que imagino que me das.
Permíteme ser la princesa de este cuento casi en blanco, quiero que me salves de mí misma y mis fantasmas, que me lleves a un lugar que ni siquiera exista, que me devuelvas la vida con un beso y me despiertes de mis peores pesadillas con tan sólo estar a mi lado... Déjame que me acurruque en tu silueta, que te susurre las palabras más bonitas y luego me quede dormida con la tranquilidad de que estás ahí de verdad, que cuando despierte no te irás ni te desdibujarás en mi mente para no volver más.


Cada milímetro que nos separa es mucho menos de lo que me haces sentir.

1 comentario:

  1. LO SIENTO...No puedo leer esta entrada...

    Demasiados sentimientos rondando...Espero me perdones.

    Entré para decirte que por mi blog, te he dejado un premio.

    Besotes enormes

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