Imagínome flotando entre las translúcidas nubes, buscando tu mano entre ellas y encontrando sólo aire al cerrar mi puño, también suelo imaginar que escapas de mis brazos mientras me ahogo en mis propias lágrimas y me pierdo en toda su profundidad. Todo me da miedo. Prefiero abrir los ojos y dejar de imaginar; prefiero mirar al lado izquierdo de tu cama y ver que sigues abrazado a mí y que no te has perdido entre mis nubes imaginarias ni mis lágrimas letales.
Prefiero que me despierten tus labios a sucumbirme en mis tenebrosas pesadillas donde ruedan cabezas y la sangre brota por cada poro de mi cuerpo. Prefiero despertarme a media noche porque sentí tus caricias a hacerlo porque mi subconsciente me machaca cada segundo de mi vida.
Imagínome también a veces, metida en un bote de cristal cerrado a presión y en el que poco a poco me voy quedando sin aire...y acto seguido, siempre imagino un nuevo amanecer tirada en la orilla del mar y que, cuando despierto, apenas rozo tus manos y sonrío...
Una simple caricia tuya se me torna la salvación de mi putrefaciente mundo interno.
Alex me habló de este blog, un gusto leerte.
ResponderEliminar:) :3
ResponderEliminar