Castillito de cristal

Érase una vez, un pequeño castillo de cristal, cristal muy fino a la vez que brillante... Este castillo, sólo lo habitaba una princesa, desde antes incluso que existiera el tiempo. Al pasar los años, la princesa fue dejando que la gente entrara a su maravilla de cristal, quizás por sentirse sola, quizás por sólo ver que podía pasar... La gente entraba, siempre dejando una pequeña marca de su paso en el cristal pisado... la princesa cada día se fue sintiendo más y más sola y pagaba con ella misma su soledad. Entraba la gente y salía a su antojo, a ellos les daba igual...no sufrían al ver el cristal dañarse cada vez más...Un día la princesa dejo de permitir la entrada a cada persona que le pedía pasar, pero fue solo eso, un día... al siguiente alguien volvió a entrar... Ella ya desesperada, buscaba frenar su soledad pero sabía de sobra que por más gente que entrara, ella seguiría igual. Y pasó el tiempo...
Hasta que un día, después de varios sola en su castillo sin que nadie pudiera entrar, alguien de lejos le pidió permiso, para entrar en su pequeño paraíso de cristal. Ella se negó una vez, se lo pensó mil más e infinitas más se lo volvió a negar.... Y cuando se descuidó un poco, sin querer o casi a propósito, abrió la puerta y le dejó pasar...

Ahora no se arrepiente de haberlo hecho, ahora viven juntos en su castillo de cristal. Ella ya sin miedo a que sus paredes resquebrajen, con un brillo diferente en su mirada, con la puerta de su castillo bien cerrada...para nunca nunca nunca dejarle marchar...