Soy todo aquello que deseas y lo que no.

Puedo ser dulce a la vez que amarga. Soy la sangre que en cada herida derramas, soy la pesadilla que te atormenta cada noche, pero también el dulce sueño del que no quieres despertar por la mañana.
Soy aire y a la vez tierra, soy ese fuego que congela, soy la mirada que buscas entre la gente, también esa voz que, sin querer, te llama.
Soy la luz que agoniza en tu oscuridad, pero también la oscuridad que pretendes evitar. Soy ese amargo llanto ahogado en una triste garganta y la sonrisa de un bebé y el miedo que te perturba y el amor con el que tanto sueñas y el sufrimiento que ese amor conyeba.
Soy todas tus dudas convertidas en una sola, soy la gran pregunta que no tiene respuesta y también todas las respuestas a tus existenciales preguntas.
Soy toda la soledad y la tristeza que alberga tu ser y ese trillón de sonrisas que enamoran cuando las ves. Soy el error que tantas veces cometiste y que aún cometes, soy todas las oportunidades que perdiste y que no volverán, también aquellas, que cuando menos lo esperas, vuelven y no las dejas escapar. Soy tu pensamiento más inocente, el más puro, el mas limpio, también soy la lujuria y la lascivia, todo en una. Soy el abrazo inexorable que necesitas cuando lloras, el beso que tanto echas de menos y también el que nunca diste, y también el beso equivocado que nunca debiste dar. Soy las caricias que emanan de tu propio deseo, esas que te recorren el cuerpo cada noche, esas que agitan suavemente tus sábanas, que recortan tu respiración y que te hacen sentir...un poco menos sola.