martes, 3 de noviembre de 2009

Hasta las zorras se enamoran.

Se insinuaba sin apenas interès, dejando ver una mínuscula linea de piel sobre su tan corta falda y su camiseta ajustada...Apenas era aún una mujer y ya toda una experta seduciendo, pocas veces llegó a amar de verdad. Sabía insinuarse, pero sin enseñar nada, sabía lo que a todos les gustaba...y si ella quería, se lo daba.
Se dejó acariciar, las manos de él dibujaron la gran mayoría de las curvas de su cuerpo casi de niña. Poca edad y tanta experiencia. Sus labios buscaban los del chico con extrema pasión desbordada en débiles gemidos cada vez que él la acariciaba. Se recortaba su frágil respiración, su corazón latía con infinita intensidad, descongelaba todo aquello que, en su interior, otros se encargaron de congelar.
Y su carita de muñeca, le miraba, con dulzura y sin amor, con el único brillo en sus pupilas que el de las estrellas reflejadas.
No sentía nada, pero quería sentir. Se cansó de ser objeto de pasión y luego desecho, quería apasionarse, pero despacio... no buscaba un beso al primer día y un polvo al siguiente. Esta vez no. Y sus labios seguían buscando, pero no encontraban... solo acababan besando la brisa y el olor a agua salada. La evitaba... Ella, que tantos besos había conseguido sin esfuerzo, que con solo desear a alguien, a sus pies caía rendid@... esta vez no, esta vez su sensualidad no funcionaba, por mas caricias que se daban, por más juntos que ambos estaban.... el deseado beso jamàs llegaba.
El tiempo pasaba y la noche que apunto estaba de acabar.Ya casi se percibían los rayos de sol entre las dunas, y ella igual, allí abrazada... Supo que tenía que hacerlo, que si no era entonces, no sería nunca, y giró la cara y le besó. Sí, volvió a conseguir lo que quería, ya podria estar tranquila. Es un simple beso, un desliz por parte de ambos, no hay sentimiento, jamàs lo habrà. Pensaba ella...al día siguiente, ese simple beso fue el más anhelado de todos los que en su vida dió, ese ''desliz'' ya no lo fue tanto cuando comenzó a sentir... Ya la lujuria no estaba marcada en su piel, ya no era tan puta, ahora empezaba a querer, ahora no buscaba noches locas, sino caricias y besos bajo la luna y las estrellas... Y lo que aún no sabía, esque la eternidad de ese sentimiento quedo sellada en aquel dulce beso...




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