miércoles, 18 de mayo de 2011

Psicópata mental.


Su voz, sus pasos, me aplastaban la cabeza.
La frialdad de sus palabras, el desprecio hacia las mías, el temor que había en mis labios... no podía controlarlo.
Intentaba cerrar mi mente con un candado imposible, pero él penetraba con la misma facilidad y conseguía de mí lo que sabía perfectamente que iba a conseguir. Eso me asustaba.
Me controlaba como si fuera la marioneta más fácil de manejar; sin esfuerzo ninguno, movía las cuerdas a su antojo y yo hacía los movimientos que pidiese... Era repugnante y humillante.
Su voz estallaba cada vez más fuerte en mi cabeza, como una bomba, y me hacía retroceder, pero sin tener más espacio donde meterme, acorralada entre yo misma y sus puñaladas.
Cuando me hizo creer que el caos había parado, cuando toda la calma era yo misma y sus palabras se cansaron de maltratarme, disparó directamente en mi pecho, sin llegar a matarme, para que muriera lenta y dolorosamente. Su risa se me clavaba más y más en la herida, dejándome... vacía por dentro. Sus palabras dolían en mi pecho, se extendían por toda mi sangre, haciendo que ésta ardiera muy despacio. El psicópata mental sabía que acabaría con mi vida... simplemente hablándome.

2 comentarios:

  1. Una forma muy buena de describir un auténtico maltrato psicológico. Las palabras son peor que las balas.

    ResponderEliminar
  2. si y si se saben usar peor que una arma atomica

    ResponderEliminar