jueves, 3 de septiembre de 2009


Veo el mundo desvanecer aun con mis ojos cerrados junto a tu cuello. El tiempo pasa, más deprisa que nunca, arrancándo esos últimos gémidos que golpean las paredes de la habitación. Tus manos, levemente temblorosas, intentan arañar mi piel, me acercan más a ti si se puede...Nada más existe, solo nosotros y la pasión contenida en el ambiente. El calor de tu cuerpo junto al mío. Nuestras lenguas acariciándose torpemente en la oscuridad. Mi boca que recorre cada centímetro que forma tu cuerpo. La respiración que se entrecorta sin remedio. El éxtasis que acaba regando cada gota de sangre contenida. El beso que me lleva a la locura y el dulce te quiero que emerge de tus labios y hace de mí un angel que no necesita alas para recorrerse el cielo entero...





Por más que hace tiempo lo negué, ahora te quiero más que a todo lo que en su día creí querer.

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