lunes, 11 de abril de 2011

Atte: Mi felicidad.


Levanta de la cama, princesa; acaba de amanecer. Abre tus ojos y sonríeme, que hoy hace buen día, que ya no tienes que esconderte de mí. Piensa que hoy todo te va a salir como deseas, aunque así no sea, piénsalo y te saldrá. ¿Sabes, princesa? Yo también echaba de menos tu sonrisa, no la de todos los días, ¡qué va! la de verdad, la que sólo aparece de vez en cuando, pero claro, nadie nota cual es la verdadera, sólo yo...que te conozco bastante, por no decir demasiado, princesa. Mira princesa, el sol quiere brillar hoy un poco más, para que tus ojos se vuelvan miel y tu piel sepa más dulce que amar. Princesita, hoy no le vayas a mirar, no le mires ni con tus ojos cerrados, ni en tu mente, ni de lejos, ni de cerca, sabes que hoy eres feliz, sabes que te toca sonreír. Pequeña, adivina qué he soñado hoy... Hoy he soñado que volaba tan, tan alto que las nubes se veían diminutas, y, ¿ sabes qué? Tú volabas conmigo, princesa. Tú eras la que me impulsaba a volar más y más alto en ese sueño. Eras tú, pequeña, la que me daba la mano y , de vez en cuando, hacías una pausa para mirarme y sonreírme... Y claro, yo más alto que volaba... Princesa, ¿sabes cuánto te he echado de menos? No creo que hubiera estrellas en el cielo que se aproximaran a la cifra que imagino. Ha sido mucho princesa... Quiero despertarte más veces, quiero acariciarte la carita cuando amanezca y te estremezcas al saber que estoy cerca y que está todo bajo control... Pequeña, no quiero que me hagas desaparecer en todo el día, no soportes que sus palabras o sus gestos hagan que nos volvamos a alejar...hasta saber cuándo, princesa. Yo quiero tenerte para siempre, y no es un para siempre de esos que se pierden en la saliva cuando se dicen, no, no por esta vez; es un para siempre sincero, como yo lo soy contigo y tú lo eres regalándome esa preciosa sonrisa. No lo permitas, pequeña princesa, no permitas que yo desaparezca con una de tus lágrimas. Hoy tienes ganas de sonreír, de ser tú, y de gustarle a los demás después de a tí misma y no al contrario, hoy tienes ganas de ser feliz, princesa...Por eso estoy aquí.

1 comentario:

  1. Princesa, sonríe, y distinguete del resto de marea humana que puebla éste abrumado mundo y que siempre va ensimismada en sí misma sin ver más allá de lo que tiene delante de la nariz, sin ver más allá de lo que su propio reflejo les muestra.

    Pequeña Princesa, Sonríe... y haz que el mundo se muera de envidia ante una sonrisa que seguro... vale millones.

    Un Beso.

    PD: Espero que no te importe, pero a partir de haber leído ésto se me ha ocurrido realizar un post con los tipos de sonrisas que podemos llegar a tener (obviamente no es plagio xD porque si el texto fuera tuyo te aseguro que lo pondría).

    ResponderEliminar